Hay varios tipos de cámaras frigoríficas, pero antes de entrar en detalles ¿qué hacen y para qué sirven exactamente este tipo de cámaras?
Son instalaciones destinadas a la refrigeración de espacios, productos, entornos… que necesitan de unas características y especificaciones muy concretas para su funcionamiento o conservación.
Tipos de cámaras frigoríficas
Hay dos grandes tipos de cámaras frigoríficas:
- De refrigeración: su temperatura oscila entre los 0ºC y los 18ºC. Se conocen como «de temperatura positiva» y están destinadas sobre todo a la conservación de alimentos perecederos.
- De congelación: alcanzan temperaturas de congelación por debajo de los 0ºC (son, por tanto, «de temperatura negativa») en base a las necesidades de almacenamiento o conservación que se tengan
No obstante, y más allá de esta categorización, también podemos diferenciar las cámaras frigoríficas según diseño y tamaño.

Cámaras frigoríficas refrigerantes
De temperatura positiva, como ya hemos comentado, su sistema permite establecer, controlar y mantener temperaturas muy concretas para la conservación de alimentos perecederos como carne, frutas o verduras. Además, también es de gran utilidad en la manipulación de químicos y en cadenas o procesos de trabajo que los incluyen, como puede ser la industria farmacéutica.
La temperatura interior de este tipo de cámara es siempre mayor a cero grados, y nunca inferior al punto de congelación del agua a presión atmosférica.
Estas cámaras se conocen también como cámaras de enfriamiento o cuartos fríos, y son frecuentes en el sector de la hostelería o almacenes de alimentos y bebidas, entre otros.

Cámaras frigoríficas congeladoras
Las cámaras frigoríficas congeladoras tienen la capacidad de generar temperaturas menores a los 0ºC, y sirven, por tanto, para congelar distintos tipos de productos y ayudar a la conservación de sus propiedades gracias a que favorecen la humedad atmosférica.
Son habituales en hoteles y restaurantes, donde los productos necesitan ser conservados en estado de congelación durante un tiempo. Dentro de la industria, las encontramos en el sector agroalimentario, lácteo o, de nuevo, farmacéutico o en laboratorios químicos.

Túneles de congelación
Los túneles de congelación alcanzan temperaturas entre los -30ºC y los -40ºC mediante corrientes continuas de aire muy frío. Su diseño está enfocado a que cada producto (en su mayoría alimentos) sea congelado rápidamente y de forma individual mientras este se desplaza dentro de la cámara.
Sus bajas temperaturas son la única forma de garantizar la conservación estructural del producto desde que se introduce en el túnel hasta que llega a su destino, pasando por todo el proceso de transporte.
Su uso más extendido es en la industria agropecuaria, aunque también es habitual dentro de la industria farmacéutica o cosmética.
Abatidores de temperatura
Estas cámaras frigoríficas permiten enfriar rápidamente alimentos recién cocinados para evitar la aparición de bacterias y garantizar su conservación óptima durante un tiempo determinado sin que eso implique una pérdida de sus cualidades.
Es un sistema muy utilizado en hostelería, ya que permite que, en menos de 90 minutos, los alimentos cocinados a, al menos, 90ºC pasen a apenas 3ºC.
Como puedes ver, aunque los métodos varíen levemente, su intención final siempre es la misma: garantizar la preservación del producto y sus características, así como ofrecer un entorno adecuado para la manipulación de sustancias que requieren de unas condiciones muy controladas y concretas.
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